jueves, 31 de julio de 2008

MIRANDA UNA CIUDAD PARA EL TURISMO.



Las ciudades deben aprovechar sus fortalezas, Miranda por su ubicación especial en la naturaleza, así lo quisieron los fundadores, tiene dos bellos ríos que la envuelven,un entorno que lo envidiaría un Suizo, asentada en el confín del mas bello valle de Colombia y recostada sobre el inicio de una cadena de montañas que le dan a su paisaje un encanto mágico.

Por esta envidiable posición geográfica las gentes de Miranda son distintas: sus mujeres más soñadoras y sus varones llevan en sus mentes el eterno disfrute de una naturaleza que les acompaña por los caminos de la vida.

Las gentes de Miranda son acuáticas son compañeros perennes del liquido precioso, alguien dijo con acierto que los ríos de Miranda han fecundado su pueblo, por esta característica de su naturaleza y sus fuentes, las gentes de Miranda son distintas. Al hablar de Miranda hay que primero hablar de sus ríos. No hay placer más grande en sus vidas que un día soleado en las playas repletas de coloridas piedras del río Desbaratado o Guengue, cociendo las ilusiones de una semana que viene,al mismo tiempo que el mas suculento plato de sancocho o para utilizar un termino mas coloquial ,que un buen calilla.

Y los Mirandeños como grandes anfitriones que son, comparten estos privilegios con quienes los visitan y estos forasteros vuelven a sus destinos marcados de manera imborrable como un tatuaje pegado a su piel, de la belleza de un pueblo hospitalario y acogedor.

Ahora que decir de esa multitudinaria congregación de gentes en los días festivos, cuando son mas los extraños que los propios alrededor de su mas imponente vía urbana, para degustar del mas exquisito vino producto de las propias entrañas de su fecunda tierra y pensar que un equivocado gobernante quiso proscribir este acto de comunión espiritual, cuando lo que debió,era promoverlo , lo que debemos es invitar a la unión no a la soledad, pues esta en un domingo de luz produce mas amargura, el pequeño problemas de transito lo resuelve un niño de primaria.Lo que necesitamos es tener visitantes que aprovechen de nuestras bondades de la naturaleza, de la culinaria, de la musica,de nuestros bebidas espirituosas, de la amistad de sus gentes y las economías de los Mirandeños progresara

Por estas fortalezas Miranda debe mirar con atención el desarrollo del turismo como una fuente de recursos para sus gentes, ya la infraestructura esta construida; una nos la dio la naturaleza y la otra la aportaron sus gentes, que nadie se vaya de nuestro pueblo sin probar un sancocho ya sea en Mi Ranchito, o en el Parral, un buen pescado en Villa Oliva, un vino o una mistela en El Finox, una danzada en los Guaduales y si ese Gordo paisa simpaticon reabre su sitio el Embarcadero, una buena carne o una exquisita paella que la envidiaría un español o una pizza en La Fontana en la Plazoleta, en fin son muchos los sitios para degustar las comidas y los vinos alrededor de una buena charla de amor disfrutando la belleza de sus mujeres. Eso es Miranda, una ciudad para el turismo.

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